jueves, 8 de mayo de 2014

El Legado No Heredado




Que el hombre, como especie, es el ser más destructivo sobre la faz de la Tierra, por desgracia, no es un hecho novedoso. No creo conocer ninguna otra especie que sea capaz de dañar el hábitat donde "anida", devastar aquello que le proporciona todo lo necesario para saciar sus necesidades más vitales.
También es el hombre el único ser capaz de sentir y reconocer esos sentimientos. Experimentarlos a un nivel de consciencia que le hagan actuar en consecuencia. Y tanto como existe el amor, así también su antagónico, el odio. Y es este el causante de todos, o casi todos los grandes males que el hombre ha cometido a lo largo de su dilatada existencia. Precisamente por eso, se han venido sucediendo numerosos y repetidos episodios a través de los tiempos, y desde que el hombre es hombre, donde nos hemos ido exterminando unos a otros, a nuestra propia especie, y no por un instinto de supervivencia como puedan hacer los animales, pues lo que nos mueve son ambiciones muchos menos terrenales.

Hace unos meses y durante un curso de formación, hablando sobre la cultura e historia del vino, salió a colación el asunto y hablándolo con mi profesor, un hombre sabio e inteligente, nos hicimos la siguiente pregunta: ¿Somos capaces de concebir un mundo en el cual llegaran hasta nosotros todo lo que la humanidad hubiera legado si no lo hubiésemos destruido? ¿Si solamente hubiera existido el inexorable ajado de los siglos?

¿Os imagináis poder leer un pergamino de los 900.000 que hubo en la Biblioteca de Alejandría y que trataban todas las ciencias humanas conocidas, si supuestamente Julio César no le hubiera prendido fuego? La cultura babilónica se ha visto castigada siglo a siglo y varias veces en la historia, la última hace sólo 14 años. Hitler desoló todo lo que encontraba a su paso... Y es que en nombre de las guerras o bajo el signo de las mismas se han producido las mayores catástrofes artificiales, producidas, casi siempre, sobre aquello que era símbolo de cultura, sabiduría y conocimiento.
Primero los romanos, después los musulmanes y posteriormente los cristianos, por citar algunos, han ido asolando las civilizaciones y pueblos por el simple hecho de ser diferente, ondeando las banderas del poder, la avaricia, la ambición, la usura, la envidia y la ruindad... por no reconocer el significado de aquello que ya entonces llamaban respectus.

Y así llegamos a la otra gran motivación que ha llevado al hombre a actuar en forma de plaga. La Religión.
En el nombre de Dios se han producido las mayores matanzas y exterminaciones que se hayan visto jamás. Arrasando todo cuanto el semejante opuesto poseía. Derribando mezquitas, iglesias, templos sagrados. Quemando manuscritos de gente sabía y conocedora de los misterios que tanto anhelaban encontrar. Pero por el simple hecho de orar a otro Dios, con diferente nombre no en esencia, no era válido. Despojar al opuesto de cuanto poseía era el fin y lo único que tenía valor era el oro y las riquezas.

En nombre de la Iglesia y la Inquuisición, de Dios en definitiva, se quemaban a los personajes más ilustres con toda su obra porque no comulgaban con los ideales que unos hombres y no Dios, habían decidido que eran los correctos. O como mal menor, se les asesinaba y se quedaban con sus tesoros para ellos mismos, sin dejar que el resto sea partícipe y conocedor de aquella sabiduría. A los grandes estamentos siempre le ha beneficiado que la gente "llana" no tenga un pensamiento propio. Galileo, Rousseau, Gracilaso, Cervantes, son algunos de los genios perseguidos por ser brillantes y dar otra explicación a las dudas de la mente, la realidad o la vida.
¿Por qué los archivos del Vaticano deben ser privados? ¿Por qué tienen tanto miedo a que todo ese conocimiento salga a la luz y sea compartido con el resto?

Los mismos cristianos por ejemplo, demolieron parte del Coliseo romano para construir la cúpula de su "iglesia" o arrasaron "tierra santa" en el nombre de Cristo. Los musulmanes construían sus mezquitas sobre las iglesias cristianas. Los europeos llegamos a América y África para colonizar, educar y culturizar a los indígenas, haciéndolos esclavos de aquello que suponíamos que era mejor para ellos y llegando a matar a todos los que no se mostraron dóciles. Violando a sus mujeres, matando a niños y mayores, por unas tierras que cuando no nos fueron útiles dejamos baldías y al abandono. Los Mayas, los Incas y los Aztecas son menos brillantes hoy gracias a nuestra codicia del ayer.

De las siete maravillas del mundo antiguo sólo nos ha llegado hasta nosotros la Gran Pirámide de Guiza. Otras tres fueron destruidas por causas naturales, Faro de Alejandría, el Coloso y el Mausoleo, víctimas de un terremoto. El Templo de Artemisa de Éfeso fue destruido por vandalismo humano, los jardines colgantes de Babilonia reducidos a ruinas junto a la ciudad y la estatua de Zeus en Olimpia destruida para evitar el culto pagano tras la conversión del imperio romano al cristianismo.

Son algunos de los ejemplos, en los que se podría profundizar y debatir, que han hecho que sobre todo a nivel de conocimiento, cultura y sabiduría nos sintamos un poco más huérfanos. Hechos que se siguen repitiendo sobre todo en los países menos desarrollados o con conflictos vivos desde hace decenas de años: Siria, Israel y Palestina, Iraq, Mali...

 ¿Os imagináis un mundo actual donde todo el conocimiento traspasado de generación en generación, siglo a siglo, a través de los textos, manuscritos y libros hubieran llegado hasta nosotros?
A mi parecer sólo un tanto por ciento muy pequeño de todo esto es lo que ha sobrevivido y aún así podemos considerarnos afortunados.
Imaginad cuál podría ser nuestro potencial con todo ese conocimiento y esa riqueza, en claro, todo ese Arte, al alcance de nuestros sentidos...

El único consuelo que nos queda es intentar no cumplir el dicho "de que la historia siempre se repite". Aprender y ser conscientes del patrimonio que dejamos a nuestros hijos para que ellos no sean, como nosotros, hijos de un Legado No Heredado.



Isaac Ortigosa.


6 comentarios:

  1. No me queda otra que coincidir contigo. Has sido tan abarcativo y completo que en tu explicación huelgan los comentarios. Lamentablemente la última frase no es más que una utopía. El hombre nace malo y la sociedad lo perfecciona. La soberbia, la incapacidad y, por qué no, la envidia hacen que el más poderoso siempre trate de ocultar y, si es posible, destruir a su "enemigo". Desgraciadamente está implícito en la naturaleza humana. Tal vez sea muy pesimista pero no creo que ni siquiera una adecuada educación podría evitar este concepto. Creo que que la única forma es barajar y dar de nuevo. Gracias por tu comentario, honestamente muy jugoso.

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  2. Gracias por tan amables palabras en tu comentario, que nunca sobran ni están de más. Aunque discrepo contigo en cierto sentido. Soy de la opinión de que el hombre no es malo por naturaleza sino que se hace. Uno no nace asesino, bandido o desvalijador ni destructor. Es el alimento que tú le des a tu vida el que va a hacer que ciertas características y aspectos de la misma. Es como la historia de los dos lobos, aquí puedes leerla, http://arcauniversalnicaragua.com/?p=4903.
    Soy de los que aún creen en la raza humana y como padre que soy tengo el deber desde la educación, el respeto y los valores de enseñar a mi hijo el buen camino. Coincido contigo en algo, barajemos y demos de nuevo, pero enseñemos a jugar de forma honesta. Muchas gracias por tus palabras y tu tiempo. Un abrazo!!!

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  3. Ojalá tu hijo algún día te pregunte ¿Papá que era la violencia? Es muy bueno que pienses así. Arma intelectualmente, espiritualmente a tu hijo para que enfrente cualquier contingencia. No dudo que lo vas a sacar bueno. Un abrazo para ambos.

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    1. No tengas dudas de que lucharemos porque se cumplan eso que hoy llamamos utopía. No cejaremos en el esfuerzo. Te mandamos saludo de vuelta. Un abrazo

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  4. Esta en el hombre la necesidad de destrucción, hay personas que solo pueden armar su mundo sobre las ruinas de los otros.
    El ego y la incultura han primado sobre la humildad y el respeto a lo por otros creado. Es un gran patrimonio cultural el que la barbarie humana a destruido.
    Saludos

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    1. Yo no creo que sea tanta la necesidad lo que prime por encima de otras razones, Mirta, pero si coincido contigo en que para su ego y su orgullo es más placentero derruir el mundo de otros y todo lo que a ellos les recuerda y levantar, más alto si cabe, sus creaciones. No podría estar más de acuerdo. Saludos!!!

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