jueves, 19 de junio de 2014

Gracias Siempre



Si eres amante del deporte, como yo, el día después de un fracaso tan estrepitoso te levantas con una sensación rara. El fútbol, ese que tanto nos ha dado a los españoles en los últimos seis años (lo hemos ganado todo), ha sido un tanto injusto con, lo que para mí y para muchos ha sido, la mejor generación de futbolístas que hemos tenido en nuestro país.

Una generación así, si bien era lógico y normal que fuera en decadencia, no merecía, por justicia poética, un final así. Por justicia futbolística sí, porque en estos dos partidos no han sido más que un baldo reflejo de lo que este equipo fue, no hace tanto, dos años atrás.

Ahora podremos ponernos a analizar en profundidad los fallos colectivos e individuales de cada uno, la planificación, el estado físico, si ya no tienen hambre de títulos y demás. Pero no creo que sea necesario hacer leña del árbol caído. Ellos mismos son conscientes de lo que han hecho, y deben ser ellos quienes empiecen a poner soluciones. Como dice esa célebre cita: "No importa cuántas veces caigas, sino cuantas te levantes y cuánto logres aprender de los fracasos para convertirlos en triunfos."

Recuerdo cuando en el Mundial de Alemania 2006 caímos a la primeras de cambio. El entonces entrenador Luis Aragonés tomó una decisión "revolucionaria" sacrificando a las "vacas sagradas" entre ellos Raúl. La gran mayoría de españoles, entre ellos yo, por poco si desterramos al Míster. Y ya sabéis lo que pasó dos años después. Campeones de Europa.

Una "revolución" en ese sentido puede ser necesaria y nos vendrá bien. No es cuestión de estilo, que es el mejor que hay, sino de caras y savia nueva. Al igual que nos ha venido bien una derrota como esta, aunque demasiado dura, pero justa y real. Hay que saber renovarse, hacer autocrítica y buscar soluciones. Tenemos una cantera de jugadores que vienen pisando fuerte, con ganas de demostrar y refrendar lo que en categorías inferiores han hecho.

El problema es que estos tíos nos han acostumbrado a ganar, y eso siempre es mucho más fácil que acostumbrarse a perder. Es hora de despedir con todos los honores, sin reproches y con todo el respeto que merecen, a aquellos que no estén al nivel, físico y mental, para luchar por un Mundial o una Eurocopa. Agradecer todo las alegrías que nos han dado y todos los años de fútbol exquisito que han exhibido. Eurocopa, Mundial y Eurocopa es algo que ninguna otra selección mundial ha conseguido nunca.

Pensad que esta generación ha puesto una estrella en nuestro pecho y que eso ya es imborrable. Esa misma estrella será y deberá ser la que guíe nuevamente a nuestro equipo y nuestro país hasta la victoria.
Sólo me queda decir que son y han sido los mejores. Gracias Siempre.


Isaac Ortigosa.


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