El despertar te encuentra acechando bajo las sábanas, a la caza de un pecho que te de cobijo, recrearte en él, en el abrazo vespertino del frío invierno, imprimiendo tu cuerpo con el calor de la sangre. Te deslizas serpenteando por la cama, flotando hacia el espejo que celoso, en la verdad de su reflejo, expone la finura sentenciosa de tus aristas, sabedor de la certeza que le otorga el mirar desde tus ojos. El destello del horizonte marca dónde perderte tras la bruma, difuminando el paso al partir en la mañana, dejando tras de ti, trazos y recuerdos, de sabores y aromas, de Café Tierno Y Besos Cargados (Y Calientes...)
Isaac Ortigosa.
Bonita forma de expresarse, un saludo.
ResponderEliminarCelebro que te guste María Isabel, un beso y gracias!
ResponderEliminarQue uno solo de mis despertares sea así... valdría la pena. Gracias por el viaje :)
ResponderEliminarGracias a ti por acompañarme en él!!! xxx
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