Después de tanto tiempo que pasamos juntos, de todos aquellos días y noches en que eramos cómplices y enemigos a partes iguales, de tantos sentimientos entregados, de darnos tanto por tan poco, de pasar noches sin dormir mirando la luna porque siempre ocupabas mi pensamiento. Después de todo... nos entregamos al olvido...
Cada uno había tomado un camino diferente. Yo me olvidé de ti y te di la espalda, me entregué a placeres banales y efímeros. Tú buscaste consuelo en otras manos y otro pecho. Pero el destino, siempre caprichoso, decidió darnos otra oportunidad en otro tiempo donde nuestras constantes bailaran al mismo son. Donde tú, pura inspiración, fueras la ideal compañera para mi mente y mi corazón.
Y así, tras años separados, tuve que volver a desempolvar tus recuerdos. Las cartas y letras que nos habían hecho vivir tan compenetrados como un único ser, ajadas por el amarillo que teñía el paso del tiempo, vieron nuevamente la luz difuminando la oscuridad, cubriendo espacios vacíos con emociones.
Ambos tuvimos algún escarceo donde dejamos que terceros jugaran con nuestras dudas, y sin embargo aquello nos unió más si cabe. Fruto de todo aquello es lo que hoy tenemos y nos llena. Ya sería imposible imaginar una vida sin esto que nos hace tan felices. Sin este espacio nuestro que irá creciendo, jugando con palabras, ritmos y rimas. Quizá adoptando otras formas, mas conservando su esencia y las bases que nos hicieron fuertes a la hora de tomar la decisión.
Podemos decir, sin miedo a equivocarnos, que tardó en ver la luz, que los principios fueron cuanto menos fáciles, que nadie nos entregó un manual para sobrevivir los tres juntos. Que hemos sabido cubrir sabiamente sus necesidades, hacer que se rodee de personas que lo miman, cuidan de él y que sobre todo sienten y laten al unísono recorriendo juntos cada nuevo paso que da.
Nuestro blog ya cumple un año de vida. Un año en el que hemos comprendido lo que es amar, temer y sentir dedicación casi a tiempo completo por él. Doce meses que no han hecho más que corroborar lo que supimos desde el primer momento en que nos miramos a los ojos...
Y es que mientras tú seas mi musa y yo tenga vida seguiremos Pintando Palabras.
Isaac Ortigosa.
Qué importa el tiempo, es pensar el ahora, lo que une y alumbra, es sacar a la luz ese agua que fluye. Un abrazo.
ResponderEliminarY esas estamos amiga. Desde que inicié este camino ese agua no ha dejado de fluir y cada vez lo hace con más fuerza, hasta convertirse algún día en una gran cascada de sentimientos que llegue y suene con fuerte estruendo. Saludos
EliminarNo me canso de leer esta entrada Isaac. Es tan hermosa y la siento tanto! Estás magnífico. Por muchos años amigo leyéndote!! Enhorabuena
ResponderEliminarLa verdad que con toda la humildad del mundo tengo que reconocer que me ha quedado muy bien. Lo cierto es que en principio quería realizar una semejanza a la del nacimiento del blog con un parto. Tuve que esforzarme porque estaba en esos días en que la inspiración no te llega pero tenía que hacerlo, no podía dejarlo pasar más días. Al final me vino muy bien el símil de relación de amor-odio con la escritura para contar como por fin vio la luz el blog, y al final parece ser que di con la tecla. Agradezco que te sientas tan identificada con estas letras, más si cabe siendo grande el respeto que te tengo como persona y escritora y también como bloguera, ya sabes. Nuestros hijos sólo se llevan días. Que sean muchos años amiga, y que quede para la posteridad nuestro legado. Gracias, un abrazo!!!
EliminarHermoso regalo para festejar el cumpleaños de tu hijo. Tu hisToria de amor es hermosa. Ha sido muy lindo conocerla.
ResponderEliminarMi relación con la escritura ha sido siempre como una montaña rusa, aunque parece que con la madurez nos vamos estabilizando. Celebro que te guste mi blog y mis historias, espero que sigas disfrutando!!! Saludos
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